El guatemalteco Andrés Lush Saravia va a la conquista de Silverstone

Por: Gabriel López Gramajo
Enviado especial de Speed-Addiction 
a Silverstone, Inglaterra.

Antes de llegar a Inglaterra, Saravia pasó por Madrid, ciudad sede de Teo Martín Motorsports, donde conocimos parte de las modernas y funcionales instalaciones del equipo, que no solo tiene autos en el GT Open sino en otras categorías, incluido el kartismo y rally.

Tras llegar a Silverstone, Saravia comenzó a tener contacto con su equipo y de inmediato comienzan las conversaciones para definir las estrategias que se seguirán el fin de semana, clave en las aspiraciones para pelear por la corona, contra el líder del campeonato, el Danés Mikkel Mac quien está diez puntos arriba.

Saravia comparte asiento en el equipo con el español Fran Rueda y ambos saben que tienen que emplearse a fondo para intentar llegar a la cima de las posiciones, pero también cuidarse de sus más cercanos perseguidores, los italianos Alessandro Pier Guidi, y Giovanni Venturini.

No hay tempo para distracciones, solo para revisar las mejoras a los BMW M6 celosamente trabajados por ingenieros de la fabrica alemana que sin duda tiene mucho interés por pelear por la corona.

El jueves se dedicó a poner en orden muchas de las ideas para el fin de semana, entrar de lleno en el ambiente de la pista inglesa, escenario de mil batallas, principalmente en la Fórmula 1 y dejar listo todo para viernes, el días dedicado a las pruebas libres que son clave para definir lo que se hará mañana cuando se disputen la clasificación oficial y la Carrera 1.

Tanto Saravia como Fran Rueda manejan una práctica cada uno, y entre esa actividad también prueban neumáticos y otros componentes. Los dos pilotos revisan la telemetría y los tiempos y sus comentarios ayudan a los ingenieros a optimizar el bólido que en las anteriores carreras ha tenido un buen desempeño.

El BMW número 47 de Saravia y Rueda, se enfila por la calle de los pits y alli inicia una jornada intensa entre ansiedad y nerviosismo, pero poco a poco las cosas toman su ritmo y el equipo se dedica a estudiar el comportamiento tanto de los pilotos como del auto.

Los dos corredores, dieron entre 10 y 12 vueltas por prueba libre, cada uno, y los tiempos anduvieron entre 2.02 minutos por vuelta, aunque conforme avanzan las pruebas mejoras. Un clima agradable de unos 20 grados acompaña a los equipos que enfrentan a una de las pistas más rápidas del planeta, construida sobre un antiguo aeropuerto de la Segunda Guerra Mundial.